Por lo general, cuando se habla de un viaje a Europa mucha gente no tiene en cuenta un país como Croacia. Sin embargo mi reciente visita a este destino me mostró todo lo que este pequeño país tiene para ofrecer. Con tan solo 4 millones de habitantes (Bogotá tiene 8 millones), tuvo un boom turístico no solo por ser subcampeones del mundial, si no porque la gente descubrió sus pequeñas ciudades amuralladas, sus playas con aguas cristalinas, y su variedad de paisajes, que lo hacen un destino que lo tiene todo. Es un país que no requiere visa para los colombianos, y se puede llegar a sus principales ciudades desde España, Francia o Alemania con mucha facilidad y no muy costoso. Una vez en Croacia el traslado terrestre es la mejor opción, ya sea en grupo, en un viaje privado, o como mochilero, es una experiencia inolvidable. En Viajes Veracruz te contamos lo mejor para hacer en Croacia:
1. Zagreb
La capital y ciudad más grande (casi un millón de habitantes) es lo más parecido a una clásica capital europea como Praga, Madrid o Paris. Como en toda gran ciudad se puede encontrar la plaza central, la catedral y la zona peatonal. En Zagreb se encuentra todo esto a una pequeña escala, lo que la diferencia de otras grandes capitales. El casco antiguo es lo que se destaca de la ciudad, y se puede dividir en dos, la ciudad alta (Gornji Grad) y la ciudad baja (Donji Grad). En la ciudad baja se encuentra la Plaza central llamada Ban Jelačić, es el punto que une el resto de la ciudad con el casco antiguo, ahí se conecta con los buses y el tranvía que recorren el resto de la ciudad. Desde Ban Jelačić comienza la verdadera experiencia de Zagreb, todavía en la ciudad baja podemos visitar la catedral de Zagreb inaugurada en 1906 y se encuentra en constante remodelación. También podemos visitar el mercado Dolcac, un mercado abierto donde los locales vienen por frutas y verduras, pero donde también se ven muchas artesanías y souvenirs. De ahí para la ciudad alta tenemos dos opciones, se puede caminar subiendo unas escaleras algo extensas o se puede tomar el funicular, uno de los más cortos del mundo de tan solo 66 metros y un minuto de duración. Allí podremos encontrar la Plaza de San Marco con su iglesia con la el escudo de Zagreb y el antiguo escudo de Croacia estampadas en el techo. En la misma plaza se encuentra la sede del gobierno, tanto de Croacia como de Zagreb, que tiene poco estilo de lo que uno normalmente ve con las sedes de gobierno, pero es proporcional al tamaño del país. En el centro también se pueden encontrar lugares muy curiosos, como el museo de la tortura y el museo de la relaciones fallidas.
2. Trogir / Sibenik
Ubicadas en la costa del mar Adriático, Trogir y Sibenik representan paradas obligadas recorriendo Croacia. Con tan solo 60 mil habitantes combinadas entre ambas, Sibenik y Trogir son solo dos ejemplos de las muchas pequeñas ciudades que se pueden conocer en la ruta. Sibenik nos ofrece un casco antiguo con bastantes escaleras, donde perderse en sus angostas calles es realmente fácil. En la cima se encuentra la fortaleza de San Miguel, y es un placer tratar de buscar la ruta para llegar, personalmente no lo logré, pero igual lo disfruté mucho. En la parte baja de la ciudad se encuentra una pequeña plaza central con su catedral, y de ahí es solo tomar cualquier calle y aventurarse, lo bueno es que hay letreros que guían a la plaza central para evitar perderse demasiado(esto es bastante común en Croacia). Trogir es una pequeña ciudad amurallada donde perderse también es muy fácil, lo mejor es visitar el malecón después de cruzar el casco antiguo, es muy agradable sentarse a disfrutar de los barcos que llegan y salen, tomándose una cerveza o un café en la cantidad de restaurantes que se encuentran a lo largo de la muralla, una vista espectacular acompañada del castillo del Camarlengo al final de la muralla. Aunque pasé la mayoría de mi visita en el malecón, el casco antiguo también tiene su encanto.
3. Zadar
Zadar entro en el top 10 de ciudades para visitar en el 2019 según Lonely Planet y es fácil descubrir porque. También ubicada en la costa del Adriático, Zadar suele ser la primera parada después de salir del centro de Croacia, y la introducción a todas las ciudades y paisajes costeros. Lo que la destaca de las otras ciudades son sus ruinas romanas y al mismo tiempo una parte algo moderna, sin perder el estilo de todas estas pequeñas ciudades. La aventura la comencé por la parte nueva, un malecón llamado Riva ubicado en la parte oeste de la ciudad donde podemos encontrar dos atractivos muy interesantes. El primero es el monumento al Sol, un panel solar circular de 22 metros de diámetro, que se ilumina por las noches, y a su alrededor unos paneles circulares más pequeños que simbolizan los planetas del sistema solar. Esto además de dar energía se vuelve realmente bello de noche. El otro atractivo es el órgano marino, el único en el mundo, un concepto que no entendía hasta que logré verlo finalmente. Es un órgano que suena dependiendo del “ritmo” que las olas producen cuando golpean el malecón, dependiendo de la marea cambia la melodía, y nunca para. Después de descubrir esta parte moderna, nos adentramos a lo más antiguo, unas ruinas romanas donde vivió una antigua civilización y existía un foro romano, hoy ya son solo unos pocos restos así que mucho es para la imaginación, pero a su lado se encuentra la iglesia de San Donato, una de las más bellas que vi en todo el país, que también esta conectada a la catedral de Zadar y una inmensa torre haciendo un edificio en forma de L. Ahí también podemos encontrar un obelisco de los tiempos romanos donde colgaban a los ladrones como forma de castigo. De las ruinas romanas nos adentramos a la ciudad por su calle principal, ahí podemos llegar a una pequeña plaza donde también es agradable pasar un rato para descansar o tomar algo. Continuando la calle llegamos a la plaza de los cinco pozos, que, como su nombre lo indica, son cinco pozos que antes abastecían a la ciudad de agua, y allí también podemos observar la torre del capitán. Esta zona es realmente un toque medieval para hacernos una idea de cómo era la ciudad en esos tiempos. Algo muy curioso también de Zadar, es que “gracias” a los bombardeos en la segunda guerra mundial, se observan a lo largo de la ciudad varias ruinas romanas realmente antiguas de las que antes no se sabia, lo que muestra que esta ciudad nos conecta con la época romana, la medieval, y algo moderno conservando ese toque maravilloso de todas estas ciudades costeras.
4. Split
Split es la segunda ciudad más grande de Croacia y también una de las más visitadas. Tiene un malecón en las afueras de la ciudad antigua con restaurantes y bares muy agradables, y al fondo de éste se puede tomar una calle principal muy amplia donde podemos encontrar grandes marcas conocidas como Zara, Bershka y Guess. Esta calle representa el límite del casco antiguo. Adentrándonos en la ciudad, lo más importante es el Palacio de Diocleciano, un antiguo emperador romano. El palacio constituye casi la mitad del casco antiguo, así que hay momentos en los no se sabe si uno está en el palacio o no. Algunas partes están destruidas ya sea por las guerras o la antigüedad, así que varias cosas son para la imaginación. Aquí también se encuentra una catedral redonda similar a la de Zadar, pero con una torre mucho más alta. En el palacio también podemos visitar los túneles subterráneos donde vivían militares y se guardaban armas, ya que además de ser residencia, el palacio era más una fortaleza militar. Como mencioné anteriormente, la ciudad y el palacio no tienen separación, así que después de explorar el palacio se puede continuar recorriendo la ciudad visitando su variedad plazas y angostas calles.
5. Ruta
Uno de los atractivos mas interesantes de Croacia es la variedad de paisajes que se pueden ver a lo largo de la ruta. Normalmente y como lo recomendaría hacerlo, el viaje inicia en Zagreb, que como mencione anteriormente es una versión pequeña de otras capitales europeas. Cuando se visita Zagreb y sus alrededores se puede ver mucha vegetación y hasta montañas y paisajes que fácilmente podríamos ver en Colombia. Toda esta zona conocida como el centro de Croacia es donde se encuentra Zagreb y muchos de los parques naturales como el de Plitvice. Recorriendo esta zona se disfruta del paisaje verde, de cultivos y lluvias más frecuentes. Cuando se abandona la zona centro del país y vamos hacía la costa se empieza a notar un fenómeno muy particular cuando nos acercamos a Zadar, que suele ser la primera parada en la costa. Toda esta parte es realmente árida, es roca completamente pelada y muy poca vegetación. Esto se debe a que desde el norte sopla un viento muy fuerte que no deja que la grama ni el resto de la vegetación puedan crecer, así que toda la partes de la costa, de norte a sur del país, es completamente seca. Es un cambio realmente drástico de lo que veníamos acostumbrados en Zagreb y en el centro del país, pero el paisaje es realmente hermoso, acompañado de todas las pequeñas ciudades que vemos a través de la ruta. La mejor forma de disfrutar de todo esto es tomando la carretera que literalmente bordea el mar, y al otro lado todas las piedras y terreno árido como color naranja. Son trayectos normalmente cortos que no pasan de las dos horas y fácilmente se puede parar en cualquier ciudad para disfrutar de esta un rato, ni siquiera tiene que ser un día completo en cada sitio. Aquí también podemos visitar diferentes playas que realmente se han vuelto un atractivo más del país, y mucha gente combina conocer las diferentes ciudades y disfrutar de la playa. La que yo disfrute fue en Dubrovnik, donde no había arena si no una piedra muy muy pequeña y un agua totalmente cristalina que en la época de verano lo vuelven una experiencia realmente agradable, sumando también los bellos paisajes que se ven en el centro de Croacia podemos ver que se complementan muy bien.
6. Otros países
Algo que podemos hacer mientras se recorre Croacia es visitar los países vecinos. Algunas personas deciden llegar a Croacia desde otro país en carro, muy comúnmente de Eslovenia, que es realmente cerca de Zagreb. Pero si comenzamos el viaje en Croacia, mientras estemos recorriendo la costa de norte a sur podemos tomar unos desvíos para visitar otros países realmente interesantes. En el trayecto de Split a Dubrovnik es muy común tomar el desvío hacía Bosnia y Herzegovina. Bosnia realmente es un país que la gente nunca considera visitar, o ese era mi caso personalmente, pero quede realmente sorprendido. La frontera es un paso muy facil, con un control en Croacia y a los 20 metros el control de entrada a Bosnia, solo con el pasaporte los Colombianos no tenemos problema. De ahí continuamos hasta una parada que no tenía prevista, pero por una recomendación me pareció realmente interesante, la ciudad de Medugorje. Este pequeño pueblo se volvió muy conocido por varias apariciones de la virgen, y muy conocida para los viajeros religiosos. Es una parada corta, se ve una estatua de la virgen, una iglesia y se compran souvenirs pero la caminata hasta el lugar de la aparición toma días así que era imposible hacerlo por el tiempo, pero aun así un lugar que vale la pena. Después continuamos a lo que realmente me tenia emocionado de Bosnia, Mostar, una de las ciudades más importantes del país. Cuando llegamos lo que me impresiono realmente fue la cantidad de advertencias de los locales sobre los carteristas, que son comunes en Europa pero al parecer aquí mucho más. Otra cosa que se nota inmediatamente es la herencia árabe en la ciudad, no solo los rasgos físicos de las personas, si no los productos, la comida y la cantidad de mezquitas, realmente me sentí como si estuviera en Turquía u otro país del medio oriente por un minuto. El atractivo principal de Mostar es el Stari Most o puente viejo, que realmente impresionante. La ciudad se recorre muy fácil y todo centrado en llegar al puente, que aunque no lo parezca puede ser muy difícil de caminar, es muy liso y como si fueran escaleras muy empinadas, nada que ver con un puente normal. Alrededor podemos encontrar muchos toldos y tiendas con artesanías, cueros, tapetes, cosas muy particulares del medio oriente. Realmente no se requiere mucho tiempo es solo caminar por la ciudad vieja siempre alrededor del puente, pero de verdad vale mucho la pena. De ahí continuamos de nuevo a Croacia para llegar a Dubrovnik. Otra opción que me pareció muy interesante fue visitar Montenegro. Este pequeño país esta al sur de Croacia y se puede llegar fácilmente desde Dubrovnik. Aquí podemos visitar algo que me encantó totalmente, la bahía de Kotor. Aquí la carretera también va bordeando el mar, a un lado la bahía y al otro una cordillera de montañas donde me sentí transportado a los fiordos en Noruega o como si estuviera en la película Frozen. La bahia se recorre en más o menos 45 minutos, y llegamos a la ciudad de Kotor, una pequeña ciudad amurallada que nos transporta totalmente a la época medieval. Sus murallas están completamente intactas, y estas cubren toda la ciudad y hasta de ven murallas en la montaña, algo que realmente me llamó la atención. La ciudad es muy pequeña y se puede llenar fácilmente, en especial los días que llegan cruceros. Algo muy interesante para hacer después de recorrer la ciudad es caminar por las murallas en la montaña, una caminada de más o menos dos kilómetros. Después de visitar todas estas opciones que nos ofrece la ubicación de Croacia, volvemos con el pasaporte lleno de sellos después de cruzar tantas fronteras.
7. Plitvice
Uno de los lugares más importantes de Croacia aparece tan alto en la lista aunque no esté en la zona de la costa. El parque nacional de lagos Plitvice es un espectáculo total. Lo único extraño es que aun en la época de verano las temperaturas suelen bajar mucho, y la lluvia es bastante común. La llegada es como a cualquier parque natural, lleno de arboles, algo muy tranquilo. Personalmente cuando llegue nos toco una lluvia horrible, todo el mundo comprando impermeables y gente con pinta de verano que estaban muertos de frío. Aun así con lluvia y frío fue una experiencia inolvidable. Cuando realmente entramos al parque nos recibe la Gran Cascada, de 78 metros de altura. Todo el parque está lleno de cascadas y lagos rodeados de arboles. El parque se divide en los lagos altos y bajos, el recorrido normal es de los lagos bajos, se llega a la Gran Cascada y se toman varios caminos sobre los lagos y alrededor de los arboles hasta llegar a un punto donde se toma un pequeño barco que nos lleva a una salida. Todo esta caminata dura más o menos tres horas, hay gente que la alarga más y recorren otras cascadas, hay gente que puede pasar días acampando recorriendo todo el parque, pero personalmente y con el clima que teníamos la caminata corta fue suficiente. Los lagos no solo tienen aguas completamente cristalinas, si no que algunos se pueden ver de colores debido a algunos minerales que se encuentran en el parque. Definitivamente uno de los mejores atractivos de Croacia.
8. Dubrovnik
Dubrovnik es realmente la joya de Croacia, y la postal que muestran en todas las fotos y avisos de viajes a éste país, pero con toda razón. Ubicada en la parte sur del país Dubrovnik debería ser la última parada en nuestra visita a Croacia, dejando lo mejor para el final. Cuando me enteré que iba a conocer Dubrovnik me imaginaba una ciudad amurallada grande en la costa. Cumplió totalmente mis expectativas, excepto que es realmente pequeña. La ciudad antigua es lo que vale la pena conocer, entramos por la entrada principal y se llega a una amplia calle principal como en mármol. En toda esta calle podemos encontrar comercio y restaurantes. Al final de la calle se encuentra una gran torre con una campana un reloj, y al lado la iglesia de San Blas. Continuando por la calle principal que ahora gira a la derecha, se encuentra el Palacio del Rector y la Catedral de Dubrovnik, la cual a sido reconstruida varias veces debido a muchos incendios.Cuando termina la cale principal se llega al puerto antiguo, donde se ven pequeñas embarcaciones y se puede disfrutar de la vista de las murallas acompañadas del mar. Para tener una panorámica de la ciudad es muy recomendado subir por el teleférico hasta la la el monte Srd, por tan solo 15 euros, se ve la mejor vista de toda la ciudad. Otra opción para recorrer la ciudad es caminar por las murallas de la ciudad, también tiene un pequeño costo, y es algo particular porque solo puedes caminar hacia derecha, no se puede devolver. Las murallas son aproximadamente dos kilómetros de largo, y como vi que como se podía caminar en un sentido, me estaba asustando pensando que no iba lograr caminar tanto, por fortuna de todos, hay momentos durante el recorrido en los que se puede salir de las murallas, pero no volver a subir, solo hay una entrada, pero la vista desde la murallas también vale mucho la pena. El resto de la ciudad que no es la calle principal se divide en pequeñas calles paralelas a la principal, y en calles con muchas escaleras también muy angostas, así que como en todas estas ciudades la caminada sin sentido es un placer.